NO SOMOS LO PEOR. PERO...

NO SOMOS LO PEOR. PERO...
El tema de la familia, el sistema de salud y el sistema carcelario dominicano siempre han sido asuntos que me han preocupado, llevándome así hace algunos años para realizar un modelo de pre tesis en la universidad  investigar profundamente el sistema operativo de una de las principales cárceles del  país.

Son tres temas que merecen un trato más profundo y acciones más concretas que las que hasta ahora se han tomado y que guardan debilidades inconcebibles año tras año. 

A propósito de una persona (interno) asesinada a punta de cañón en uno de los recintos carcelarios del país, específicamente en Bani. Y también a propósito de que hoy, precisamente, el alboroto en Najayo-Hombres deja varios heridos    cabe preguntarnos hasta cuando las autoridades van a ser responsables para diseñar y ejecutar -sobre todo- un plan efectivo, sin mareos, de hechos y no palabras para mejorar el sistema penitenciario y los recintos carcelarios.

Esto delata crudamente que los ´´presos´´ están armados hasta los dientes y no con cucharitas afiladas sino con sevillanas y cañones. Y aunque no es cierto que estemos solos en ese sentido, América Latina es criticada por el sistema imperante que mantiene a sus cárceles. Creo, de hecho, por cifras existentes que las cárceles dominicanas son las menos peligrosas de la región. Es  decir, que somos unos chivitos jartoe´ jobo frente a penitenciarias en Brasil, -país altamente violento-Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, México, Chile, Perú, entre otras de Centro y Sudamérica que son consideradas cárceles peligrosas con zonas dentro de ellas de máxima seguridad. Todavía aquí no hemos llegado hasta ahí, pero puede que no falte tanto.

UN PLAN 
No podemos esperar a convertirnos en un referente en esa materia, por encima de las demás situaciones que nos marcan negativamente como nación. El año pasado se registraron varios incidentes en diferentes centros, lo que es normal, diríamos, para una población que está superada en un 700 %, (hacinamiento). Sin embargo, no termina el mes y se reporta un muerto y varios heridos en dos recintos cárceles.

¿Los presos quieren decir algo o se está saliendo de las manos de las autoridades el ambiente carcelario? Las cárceles no deben ni pueden seguir siendo lugares de entrenamiento para hacer mas asesino al asesino, más estratégico al traficante ilegal, más valiente al ladrón y más fuerte al más fuerte sino lugares de corrección y de disciplina ordenada y legal para que cuando estos internos o reclusos vuelvan a la sociedad lo hagan desde otra perspectiva.

Pero, para ello vamos a necesitar más que discursos porque en un país donde existen 25 mil y tantos de personas privadas de libertad distribuidas en diferentes puntos no es cierto que no se pueda crear un mejor modelo que el tradicional, es cierto que no somos lo peor , pero, falta poco.

Se puede.



 Por/ Isis Alvarez

Comentarios